Uno de los grandes problemas para el transporte en bicicleta por la ciudad es la orografía de la misma; las pendientes son un impedimento para este tipo de transporte, por eso, esta noticia trata de mostrar un buen ejemplo de como poder solucionarlo, así como para motivar a pensar en otras alternativas posibles.
En la ciudad de Trondheim, Noruega, se encuentra un cerro suficientemente empinado como para disuadir a los ciclistas. Para ayudar a promover el ciclismo en la ciudad y las actividades en el medio ambiente, crearon este ‘ascensor’, una escalera mecánica para bicicletas llamada CycloCable.
Los 130 metros de largo de la escalera mecánica tiene una capacidad máxima de seis ciclistas por minuto y la velocidad de 2 m/s. El primer prototipo fue construido en 1993 bajo el nombre de Trampe (ahora rebautizado CycloCable) y durante su funcionamiento de 15 años empujó a más de 200.000 ciclistas por las colina en Trondheim.
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