
El retraso en pagar expropiaciones por la ampliación del aeropuerto de Barajas se ha vuelto contra la empresa pública AENA. Ante la demora, 590 propietarios pidieron la retasación del valor del suelo, algo a lo que tienen derecho después de estar dos años sin cobrar. Los tribunales han dado la razón a 145 de ellos, lo que ya supone un extra de 372 millones de euros, según AENA. Hay pendientes 27 sentencias que reclaman 37,5 millones, por lo que es previsible que el sobrecoste final solo por retasaciones supere los 400 millones.
En 1999, el plan director de Barajas estimaba un gasto en expropiaciones de 390 millones de euros por la ampliación del aeropuerto, rebautizado como Adolfo Suárez Madrid-Barajas. AENA ya ha pagado 2.070 millones para expropiar 26 millones de metros cuadrados. El precio del metro del suelo, previsto entonces por Fomento en alrededor de 15 euros por metro cuadrado, ha alcanzado los 283 euros por metro cuadrado en zonas próximas a Madrid. La media ronda los 80 euros por metro cuadrado.
El récord por retasación lo tiene la Congregación de Religiosas del Sagrado Corazón de Jesús. En los años sesenta, una mujer soltera de Madrid legó a las monjas una finca de 296.783 metros cuadrados. “Era cuando la gente buena dejaba propiedades a las monjas al morirse.
Ese terreno, al oeste del aeropuerto de Barajas, cercano a la zona de expansión de Valdebebas, no tuvo uso hasta que hace más de una década AENA lo expropió para la ampliación del aeropuerto y la construcción de la nueva terminal T-4.
El Jurado Provincial de Expropiación fijó en febrero de 2008 que la finca valía 38,563 millones de euros (a 123,75 euros por metro cuadrado). Sin embargo, la orden religiosa pidió la retasación del terreno y que el justiprecio subiera a 271,8 euros por metro cuadrado. Usaban como fecha de cálculo la de 2006, en plena burbuja inmobiliaria. Para fijar los precios se usa de referencia el valor de la vivienda de protección oficial en zonas cercanas.
AENA justifica que a menudo pasaban más de dos años sin pagar por “la dilación en resolver los numerosísimos recursos por parte de los tribunales, entre otras causas por la complejidad de los procedimientos y la superposición de las distintas fases de expropiación”.
Fuentes jurídicas sostienen, en cambio, que durante años AENA, aconsejada por la abogacía del Estado, consignaba la primera cifra del jurado de expropiación pero no pagaba a los dueños del terreno si estos recurrían, lo que ha permitido a estos conseguir elevar drásticamente sus indemnizaciones.
Los casos que el Supremo está viendo ahora son sentencias del Tribunal Superior de Justica de Madrid de entre 2010 y 2012, planteados porque los años anteriores no recibieron el pago. Por eso las valoraciones del terreno son de los años de la burbuja.
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